Béseme con la turba ardida y la lengua de pastilla
Bésese la más última vellosidad costosa
Acostado
De pie y emparaguayadamente bésemenos
Que tanto da el cántaro al agua
Y con tal pericia de exterminio
Tanto término tanto orgullo mal habido
La costredad de la euforia no se interponga
En el camino
Que lo separa tiránico
De mi intestino
Acordes
Menores e ilegales
Graves e indefensos
De mis teclas y las suyas
Habrá de sonarme la sinfónica
La más cristiana filarmónica
Con mis vientos y su metal furibundo
Con sus hordes
Con su desorden pélvico
En batalla de fin submundo
Con la exacta mal sanía
Con un herpes apocalíptico
Re cogido
Me retira
Su mano de cañón soplado
No hay comentarios:
Publicar un comentario