Demonovómito
Y entonces me decidí por la narcolepsia
la cuncuna vengativa
y el cayado de gente ajena, de sonidos- extranjeros
pero con la piel que pica
que arde
que sabe
a rincones que uno ya conoce
las bienvenidas de mis rincones
con aquellas lenguas que no saben nada
que son las que presiden
las bienaventuradas caricias
y los llantos aburribles
llantos hirviendo
mesmamente de madrugada
me susurraron mi amnesia tranquila
determinada mi amnesia
a persistir
a costas nuestras
costras nuestras
pero que más da y quién da más
y entre el fresco de las posiciones
me imagino que puedo desdibujar
y yastá
las alegrías que uno-yo se inventa!
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