Pitufo
Panadero
Terminaba su habitual baño
Afanosamente se lamía los restos
De crema que quedaban en su cuerpo
Se lamentaba, como siempre,
El no poder alcanzar con la lengua
todos los pliegues
De su anatomía
Aquel día le pareció
Particularmente tranquilo
“Un día muy adecuado
Para inventar nuevas recetas”- pensó.
Cuando se dirigía a la despensa
Para inventariar los ingredientes
Sintió el feroz estruendo
Proveniente del canil
“Bromista lo olvidó de nuevo”-pensó,
Cesó el ladrar de los perros, y
Lo maravilloso que sabría
Combinar sus carnes
Con una salsa de arándanos.
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